Opinión

Tercer intento

La tercera intentona para reformar Balaídos y ponerlo al día suena sobre todo realista y por tanto, viable. La presentó el Celta y ahora el Concello aporta algunos datos más en lo que debería el inicio de una negociación seria para fijar las aportaciones. 22 millones en tres años por dos instituciones y un club suponen unos dos millones por año. Nada que no pueda ser asumido por Concello, Celta y Diputación sin necesidad de grandes alardes económicos. Las dos anteriores propuestas eran mucho más espectaculares y costosas –se correspondían a años de vino y rosas- y no pasaron del urbanismo de papel. En esta ocasión, sólo hace falta que haya voluntad. ¿La hay? Se verá en los siguientes días si se produce la foto de las tres partes sentadas para firmar un compromiso. De momento el club vigués ya ha recibido vía libre para realizar su parte, que consiste en una reforma de la grada de Tribuna, muy veterana. 
Hay varios asuntos que exigen un verdadero pacto por Vigo más allá de los presupuestos municipales aprobados por PP y PSOE y de las ordenanzas fiscales para 2015, que se validarán esta próxima semana por ambos grupos en el pleno de la Corporación. Uno es Balaídos, no el menor por cuanto está relacionado directamente con la imagen de la Muy Leal. Dice hoy en este diario el concejal Cayetano Rodríguez que Vigo lo tiene todo para convertirse en una ciudad turística europea de primer orden.  Pero buena parte de ello depende de su capacidad de proyección exterior y de "venderse". El fútbol es una puerta.
El pacto demanda también una solución permanente para que se construya la Ciudad de la Justicia -se han puesto al menos las bases con un acuerdo sobre la venta de pisos del ayuntamiento, pero el asunto va para largo- y para planificar Samil siguiendo una lógica. O se derriban los edificios del paseo o se mantienen o se da una licencia en precario para mantener servicios en la playa. O se descarta la eliminación del paseo y su retranqueo unos metros hacia atrás, que nunca sonó del todo realista. Como ahora sí Balaídos.  

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