Opinión

Las secuelas del muelle de areal

El desgraciado conflicto a cuenta de la construcción del muelle de Areal -obra paralizada durante años gracias al potente frente mediático-municipal de principios de siglo- no está superado del todo y aún quedan los rescoldos de uno de los mayores disparos en el propio pie que se ha dado esta ciudad. Y no han sido pocos. El último afloraba ayer con la decisión municipal de cerrar de inmediato el tráfico de camiones también en la parcela de Julián Estévez, donde se encuentra un terreno propiedad de zona Franca que hace años arrendó a la Autoridad Portuaria para poder almacenar contenedores vacíos al encontrarse los muelles sin espacio. Aquello que entonces fue una solución de urgencia es toda una metáfora de Vigo. Areal finalmente se construyó, pero de menor tamaño del necesario, por lo que vuelven los problemas y antiguas soluciones, como la utilización de la base de contenedores de Rande en Duchess, que sigue hoy tan inactiva que cuando se planificó diez años atrás. Guixar, donde se encuentra la parcela de Zona Franca, contemplaba un desarrollo urbanístico espectacular con el desarrollo de una nueva fachada marítima para la ciudad que tampoco se puso en marcha por la complejidad de la operación y la falta de garantías. La ordenación pasó definitivamente a la historia cuando se anuló el Plan General de 2008 por los tribunales. Así que la parcela de Guixar se quedará sin uso, los contenedores volverán a buscar un lugar donde quedarse y el Puerto tendrá que volver a pensar en ampliar sus instalaciones. El cartero, siempre dos veces. Continuará... 

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