Opinión

Presente y mucho futuro

El Puerto, por tanto Vigo, ha superado su año más difícil lo que confirma que pese a todo tiene presente y mucho futuro. Hay que decir que gran parte sino todo  el mérito de la resurrección se debe a las condiciones de la terminal marítima, como destacó López Veiga, quien siendo conselleiro de asuntos marítimos estuvo envuelto en la refriega de principios de siglo por la ampliación de los muelles y contra el frente del "no" que dirigía el periódico de enfrente. Una de las muchas veces en que esta ciudad se empeñó en dispararse a su propio pie. Gracias a esas instalaciones demonizadas Vigo puede competir con garantías al disponer de espacio y calado y una operatividad única. Si no fuera así, todo sería mucho más difícil o imposible. 
Porque los viejos asuntos sin resolver continúan estancados: los inspectores del PIF, por donde pasan las mercancías refrigeradas, mantiene un criterio mucho más restringido que sus colegas de Leixoes, lo que ha llevado a desviar 50.000 toneladas que iban a entrar por Vigo. La estiba tampoco acaba de solucionarse definitivamente -y afecta a Vigo, pero no a Marín- si bien la aplicación de la ley europea tendrá consecuencias a corto plazo, en dos años máximo. Y en cuanto a Maersk, se ha convertido en un asunto asumido que no ha tenido tanta trascendencia al mantener sus escalas en Guixar. Además, las grandes navieras oceánicas apuestan cada vez más por la terminal viguesa. 
Estoy de acuerdo con Lopez Veiga en que el puerto tiene por delante un futuro ascendente, la mejor garantía de que la Muy Leal, aunque en sus estadísticas demográficas ofrece síntomas preocupantes de declive, continuará funcionando. 

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