Opinión

O Berbés y Navia

O Berbés es una paradoja: la primera lonja de Europa, quizá del mundo, resulta deficitaria pese a que mueve al año millones de euros y 90.000 toneladas de pescado. Pese a que más de 6.000 personas trabajan en su interior. ¿Por qué? No está del todo claro, quizá la propia inercia de años, pero lo cierto es que los ingresos de la explotación por parte de la Autoridad Portuaria están por debajo de los gastos. No es tan raro: pasa lo mismo con la terminal de cruceros, que supone un agujero en la diferencia de ingresos y gastos aunque se compensa por el plus para la ciudad, y en Bouzas, donde la cada vez más exitosa plataforma no hace sino perder dinero, en gran parte por los gastos de personal y estiba. En cambio, Guixar, que gestiona como una concesión administrativa a la empresa Termavi del Grupo Davila, da dinero al Puerto. 
Como también otras lonjas gallegas se gestionan por vía de concesión -gerencia privada, titularidad pública- la Autoridad Portuaria con buen criterio decidió poner sobre la mesa dicha posibilidad. Ya se sabe el resultado: fue Troya. Ayer hubo una primera reunión para poner paz y orden que se saldó con compromisos por ambas partes.
También ayer se conoció que el polígono de Navia seguirá en las noticias durante muchos años. El polígono residencial ya tiene 20 años desde el inicio de la primera urbanización y no ha terminado ni lo hará a corto plazo. Cinco años más para ordenar las fincas y luego quizá 10 años para edificar y ocupar los pisos con otros 5.000 vecinos. Pero el futuro de Vigo se juega ahí. Como en O Berbés. Continuará..
PD. Medidas concretas: reparto obligatorio del tiempo de la baja de maternidad entre hombre y mujer.

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