Opinión

La música del no-do

Sonó la música del NO-DO en las dependencias municipales. Lo nunca oído. Fue una idea del BNG para llamar la atención. Lo hizo. Y todo por la famosa Cruz del Castro, situada justo frente a la sala donde se celebraba el pleno. En 1981 hubo una declaración unánime de la Corporación. Aquella era la primera democrática después de más de 40 años: el final de la II República, la Guerra Civil, la larga dictadura y la transición tuvieron que pasar para poder votar de nuevo a los representantes municipales. En 1979 la extinta UCD ganó las elecciones, pero como tantas veces después sucedió una coalición integrada por el PSOE, el Partido Comunista, el Bloque y otra coalición nacionalista (Unidade Galega) dio la Alcaldía a Manuel Soto. El resto es conocido. Aquella Corporación tuvo claro que le correspondía una tarea histórica: la reconciliación. Y lo hizo. En 1980 se aprobó eliminar todo el callejero franquista mediante la recuperación del anterior. Así pasaron a la historia sin que nadie las haya echado de menos las calles José Antonio, General Aranda, Capitán Cortés, Felipe Sánchez o Capitán Carreró e incluso Carrero Blanco, que así  se llamó durante siete años la Travesía de Vigo.  Pero también se decidió entonces convertir el monumento franquista Cruz de los Caídos en la Cruz del Castro de la reconciliación democrática, eliminándose su simbología vinculada al bando vencedor de la guerra. Nadie más se ha preocupado desde entonces por la Cruz del Castro, que allí sigue, hasta ahora…  
De nada valió: el BNG no movió un centímetro su discurso y pidió que no se recurra la sentencia y por tanto, la retirada de la Cruz del Castro, mientras de fondo sonaba la musiquilla del NO-DO. En el público directamente exigieron la demolición del monumento, incluso su voladura, siguiendo el ejemplo de los talibanes en Afganistán con las estatuas de los budas gigantes, una imagen que dio la vuelta al mundo. Probablemente también abriría informativos internacionales la demolición de cruz viguesa. Sin duda será mejor salir en los telediarios por la escala del mayor crucero del mundo, por la producción de PSA o porque una viguesa, Irene Miranda, acaba de realizar un descubrimiento que puede ser revolucionario en el combate contra el cáncer. Continuará... 

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