Opinión

Una marca vigo inesperada

Vigo ha conseguido sin proponérselo convertirse en una marca distintiva de vehículos gracias a iniciativas de empresas que poco o nada tienen que ver con la Muy Leal. Hace algún tiempo fue Toyota la que decidió nombrar Vigo uno de sus coches, un modelo de 4x4 abierto -denominados pick-up- habituales en Estados Unidos y también en buena parte de Asia. Por desgracia (cosas del fabricante nipón), el coche no se comercializó en Europa, lo que ha impedido ver por las carreteras comunitarias al Toyota Vigo. 
Al parecer -esa es la versión oficial- el nombre se decidió simplemente por su sonoridad, aunque no parece muy convincente. Entre otros motivos, la ciudad gallega no resulta en absoluto desconocida para la firma japonesa: por la terminal de transbordadores de Bouzas entran y salen anualmente miles de sus vehículos, importados desde la factoría de Sudáfrica para su distribución por Europa, Magreb y Turquía. 
Ahora es el turno de una moto eléctrica, la primera de gran potencia y autonomía que -ésta sí- podrá ser adquirida en España una vez se inicie el proceso de comercialización. Para Vigo resultaría una publicidad espectacular e impagable que se convirtiera en un éxito internacional. 
Al parecer, también SEAT tiene desde hace años registrado un modelo Vigo, sin que hasta el momento haya salido al mercado.
La factoría barcelonesa de capital alemán ya produjo antes el Marbella, León o Toledo y más recientemente Arosa -que no Arousa, de nuevo por una cuestión de sonoridad- y el SEAT Vigo añadiría a esta ciudad lo que necesita: visibilidad a coste cero, sin necesidad de tirar del coste de la propaganda. Vigueses Distinguidos ya. Continuará...

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