Opinión

la lentitud de la justicia

En más de una ocasión ha contado Alberto Núñez Feijóo que si pudiera devolvería mañana mismo la competencia en materia judicial que sólo le vale a la Xunta para pagar a los funcionarios y la construcción de edificios sin tener apenas nada que decir a la hora de crear servicios y juzgados. Sobre ello habló también ayer Carlos Lesmes en su extraño paso por Vigo, donde no quiso apenas acercarse a los medios, que tenían algunas preguntas claves que hacer. La principal, qué pasará en Vigo cuando se haga la reforma pendiente en la planta judicial. Siendo ministro Ruiz-Gallardón hubo enorme revuelo, informes realizados por el PP local –muy bueno y completo- y la Xunta y una declaración final pactada con el Gobierno gallego garantizando que Vigo tendría un trato singular llegado el caso de la reforma. Pero ésta se paró y nunca hubo constancia por escrito de la excepcionalidad viguesa. Esa pregunta se quedó en el aire.
Lesmes sí habló ante empresarios y economistas sobre las virtudes de la Justicia en España y también sobre sus defectos. Entre ellos señaló la lentitud como uno muy grave, si bien matizó que no puede perderse de vista respetar las garantías procesales. En Vigo tiene un buen ejemplo de lo que es la extrema lentitud en la famosa Colina de Castrelos, que desde 1993 preside un entorno que hoy poco o nada se parece al original. Cuando se construyó no había urbanizaciones a su alrededor ni  mucho menos el mayor centro comercial local. Tampoco una autovía urbana, la circunvalación interior. Todo ello ha cambiado, pero el asunto continúa transitando por los tribunales. 23 años ya. Continuará…

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