El ministro portugués de Economía ha decidido venir a Vigo a explicar la política industrial de su Gobierno, advertido de que en Galicia hay malestar con las enormes facilidades que se dan en el otro lado del Miño a la instalación de sociedades, que se pueden instalar con suelo barato y bajos costes laborales. Es cierto que hasta ahora no consta que ninguna firma gallega ha levantado sus instalaciones y traspasado el río, pero algunas han ampliado su negocio con naves y factorías en la Noble Lusitania, lo que supone otra forma de deslocalización empresarial. Justo enfrente del Puerto Seco de Vigo -la famosa Plisan, todavía en proceso de urbanización- el ayuntamiento luso de Monçao ha desarrollado un enorme parque empresarial denominado Minho Park que nació con el propósito expreso de dar servicio a la eurorregión y al entorno de Vigo. Con éxito. Las compañías han constatado que en Portugal se resuelven en poco tiempo los trámites administrativos y no se eternizan, como ocurre en Galicia, no digamos en Vigo. El Puerto Seco se planificó hace más de 20 años y todavía no está abierto. El Parque Tecnológico supuso más de 10 años antes de que llegara la primera factoría. Y su ampliación ya lleva otros cinco...
Portugal está ahí al lado y las cosas no van a cambiar fácilmente, aunque el ministro probablemente trataré de evitar roces con representantes políticos gallegos. Lo mismo pasa con Leixoes, el puerto de Oporto, que ha realizado una política comercial ambiciosa y agresiva que le ha valido un papel protagonista en la Eurorregión en contenedores, cruceros y quizá en ro-ro, compitiendo con ventaja con Vigo, pese a que su terminal carece de calado adecuado. A cambio, desde Oporto se gestionan todos los puertos de la región Norte lusa.
PD. Día de luto, ahora con Barcelona víctima de la barbarie. Antes Madrid, París, Londres...
