Opinión

Un héroe

Bernardo González del Valle  "Cachamuiña" fue un auténtico héroe y es probable que a causa de ello, como tantos otros, acabara sus días dolorido y sintiéndose abandonado. Vale la pena echar un vistazo al parte médico realizado en abril de 1811, dos años después de la Reconquista, donde el ourensano fue protagonista absoluto al cargar contra la puerta de la Gamboa y echar así abajo la resistencia francesa. Aquel acto le valió al entonces coronel su retiro obligado del Ejército por quedar incapacitado para la milicia. Los médicos de entonces se mostraban sorprendidos por lo que llegó a soportar González del Valle, que había sido herido de "siete heridas de bala de fusil que recibió en la rendición de la plaza de Vigo, situadas tres de ellas en la parte media interior e interna de músculo derecho". El parte resulta tremendo, porque los doctores de principios del siglo XIX le advierten a "Cachamuiña" que  dada la importancia de las lesiones sufridas -algunas balas se habían alojado en el interior de la pierna- su situación no iba a mejorar, sino al contrario. De forma muy dramática describen que algunas heridas cicatrizaron pero otras no y que dos de ellas "vierten un humor chorroso (...) por lo que -añade- "somos de sentir que a pesar del método curativo que ha usado de baños aguas termales y minerales (...) sólo se puede aconsejar a este enfermo la tranquilidad y el sosiego, evitando todo ejercicio activo aun a caballo". 
Para que la desazón del coronel Bernardo González del Valle aumentara, los médicos le advertían de que a sus 40 años cumplido se vería obligado por sus heridas a dejar el servicio de armas "en el que sin duda habría llegado a los más altos puestos". "Pues las balas pueden ocasionar putrefacciones y mortificación de la parte, que no se remediará sino por la medio de la amputación del miembro". 
El militar, ourensano nacido en la aldea que le dio su apodo, está enterrado en el cementerio de Pereiró gracias a una gestión realizada con motivo del centenario que permitió el traslado de sus restos. Entonces se construyó también el monumento, donde aparece en su cúspide Pablo Morillo en lugar de "Cachamuiña", quizá la figura de la base, con un hacha, aunque también podría ser "Carolo". Vigo le dio una calle, aunque la construcción del consistorio y la indefinición con la Panificadora la han convertido en una de las menos agraciadas de la Muy Leal. Muy poco para un héroe.
Pd. Vigo fue noticia nacional ayer y todavía hoy y no por el impacto de sus fiestas veraniegas –el gobierno local mantiene con notable optimismo que un año más fueron las mejores de la historia de Vigo y Galicia- sino por el enésimo episodio de un barco capturado en alta mar con cocaína a bordo y desembarcada en el puerto con el habitual despliegue de agentes, detenidos y sacos con polvo blanco a bordo. 

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