Opinión

El amigo inglés

Vigo tiene un amigo en el Reino Unido que hace más por promover esta ciudad que cien campañas. No sé si es el periodista que hace algunos años ya regaló a Cíes el título de mejor playa del mundo, pero esta  semana y en el mismo diario, el prestigioso rotativo liberal “The Guardian”, recomendaba abiertamente a sus miles de lectores británicos dejarse de lugares comunes a la hora de visitar España y olvidarse de las atestadas playas del Mediterráneo para en su lugar aprovechar las vacaciones recorrer el norte del país. Para nuestro amigo en Londres, hay apenas tres lugares que merecen la pena de verdad conocer en el extremo occidental europeo, que serían el Camino Inglés a Santiago -y parece lógico que lo destaque por su origen y porque llega por vía marítima hasta A Coruña- y la isla de Cortegada, en este caso quizá por su curioso emplazamiento en el fondo de la Ría de Arousa. El tercero, Vigo. 
De la Muy Leal, dice en su reportaje que “lo que le falta de calor del Mediterráneo lo compensa por su encanto atlántico” y añade que “Vigo no estará en los primeros puestos de las listas de muchas personas cuando se piensa en España, pero es una de las ciudades más grandes de Galica (sic) y vale la pena una visita”. Recuerda que además hay una oferta con vuelos baratos desde el Reino Unido hasta el aeropuerto de Peinador. Incluso habla del Casco Vello, que así precisamente lo denomina, y destaca que se pueden encontrar “algunos gloriosos restaurantes de pescado junto con pinchos y tapas en abundancia”, añadiendo que “este pedacito del Atlántico produce algunos de los mejores mariscos de España”. 
Todo ello aderezado con una foto icónica de las ostreras de A Pedra en sus puestos, lo que por otra parte confirma una vez más el tirón turístico de su presencia despachando moluscos a pie de calle.
Nuestro amigo inglés se ha preocupado en múltiples ocasiones por trasladar a su público la realidad de Vigo, siempre desde un prisma muy positivo, propio de quien de verdad cree lo que está escribiendo. Un aliado inesperado y fiel, salvo que se trate de una discreta campaña de publicidad encubierta, que incluso en ese caso habría que aplaudir por su corrección y buen gusto.

PD. Los crespones negros en todos los autobuses, bonito detalle de Vitrasa.

Te puede interesar