Opinión

Ana pastor en areal

Hace muchos años, cuando Ana Pastor ya no era ministra de Sanidad pero todavía no había tocado Fomento, en aquellas semi-desiertas ruedas de prensa del PP vigués –mandaba ZP y parecía que no había nada más en el universo- la entonces diputada de a pie insistía en finalizar el muelle de Areal para que el puerto vigués tuviera el futuro despejado. 
Corría el año 2005 y las obras seguían paralizadas por orden judicial a instancias del Concello, mientras desde la Alcaldía a Corina Porro decidía que ya que Areal era imposible –aunque estaba en su mano levantar la paralización cautelar de las obras interpuesta por su antecesor- había que plantear otras alternativas. A Porro se le ocurrió que la solución estaba en Bouzas, ampliando la plataforma y convirtiendo en muelle una escollera de 1.500 metros de longitud. La idea podría parecer interesante, sin duda lo era, pero tenía algunos inconvenientes. El primero, un presupuesto que se multiplicaría por dos o por tres. El segundo, que exigiría una evaluación ambiental nada fácil de superar. El tercero, que el puerto dejaría de tener conexión ferroviaria y de autopista directa. El cuarta, que las corrientes en el medio de la Ría exigirían que también se construyera un dique de contención para garantizar la operatividad. El quinto, que la dirección de PSA Vigo estaba totalmente en contra porque afectaba a su sistema de entrada y salida de barcos en la terminal de Bouzas. Y el sexto, que habría que contar con otra campaña, quizá no mediática, pero sí de plataformas, mejilloneros y otros colectivos relacionados con el mar. En definitiva, que la idea de Bouzas no sólo era peor, sino más cara y mucho menos eficiente.
Hoy, unos cuantos años después, el muelle de Areal existe y toda la polémica montada a golpe de propaganda que tanto daño hizo a la Muy Leal suena a broma. Gracias a su existencia, el puerto funciona mejor, la terminal de contenedores se ha podido mejorar y si aparece una firma, como Maersk en 2007,  hay espacio para que pueda instalarse y crear movimiento y riqueza.  Pastor, ahora ministra de Fomento y cabeza de Puertos del Estado, podrá comprobar hoy en una visita a la zona que tenía razón. No era tan difícil verlo, por otra parte.

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