Opinión

Afundación en vigo y con silla

Afundación, la entidad sucesora de la obra social de las cajas gallegas, se constituye hoy en Vigo y será un acto doblemente triste: porque la Muy Leal pierde la sede  y porque una vez más Vigo dejará su silla vacía, fórmula muy del gusto del actual equipo municipal. 
El fondo de la protesta es la sede de Afundación: debería estar en Vigo y no en A Coruña o en otra ciudad. Cierto que se trata de uno de los frutos amargos de la fusión de las cajas -que de forma expresa señalaba con domicilio social la ciudad herculina, cesión que le debemos al último Gayoso a cambio de una presidencia efímera- pero también decía dicho acuerdo que la dirección general operativa de la entidad naciente estaría en Vigo, lo que no parece en absoluto. Así que, una de dos, o se trata de cumplir aquel acuerdo en todos sus aspectos incluyendo la dirección operativa, o se hace borrón, y entonces Vigo tendría méritos más que sobrados para contar con los servicios centrales de la nueva Afundación. 
La obra se mantendrá en Vigo, cierto, pero no es suficiente con tener el cuerpo: también hace falta el cerebro. La exigencia viguesa no es un capricho, sino justa y hay varias fórmulas para cumplirla. 
También para protestar. El Concello ha decidido de forma unilateral a través de su titular que Vigo dejará la silla vacía. La mayoría de la Corporación quería nombrar un vocal para mantener viva la reclamación pero en este sistema municipal el alcalde es la ley y el pleno carece de competencias más allá de aprobar iniciativas sin ninguna fuerza jurídica, aunque sí política. Pero esa es otra historia. Continuará...

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