Opinión

Vías y autovías

La carretera N-550 sí es un problema, mucho mayor que la A-55, y Tráfico no tiene solución. A lo sumo, puede llenar de radares el tramo entre Arcade y Porriño y colocar a patrullas de la Guardia Civil y eso sólo mejoraría algo las cosas, pero no  las arreglaría. ¿Por qué? Porque continuará siendo igual de peligrosa como vía convencional que es, llena de curvas, cruces y entradas y salidas, teniendo la intensa circulación actual y si al gobierno se le ocurre colocar un peaje en las autovías será todavía peor. Veamos. 
La N-550 que recorre todo el perímetro del área metropolitana se utiliza cada vez más como una alternativa al pago de la autopista para viajar a Pontevedra, sobre todo para vehículos pesados, que así eluden la AP-9. Y además, el tráfico interno no deja de incrementarse. Hace ya unos cuantos años se planteó por el Ejecutivo la construcción de una autovía alternativa por el interior, desde Pontevedra a Porriño, con un ramal hacia Peinador. De ella, como del AVE por Cerdedo, sólo hay constancia por las anotaciones anuales en el Presupuesto del Estado de cantidades insignificantes para “estudios”. Últimamente, ni eso, por lo que en la práctica parece que ha pasado a la historia. Quizá algún día se haga, pero no será hoy ni en diez años. 
De hecho, ni siquiera ya hay la más mínima posibilidad de que se construya la A-52 en su tramo final, que nunca se llegó a ejecutarse, entre Porriño y Vigo, después de que el ministro Ábalos llegara a Vigo, hablara y se fuera, no sin antes dejar claro de forma implícita que lo de Cerdedo sigue imposible (como hicieron los anteriores ministros), que la retirada del peaje a Redondela queda en suspenso (o sea, que tampoco) y que la autovía se construirá, pero si hay Presupuestos del Estado. Que ya sabemos. Continuará...

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