Opinión

Una condena de Vigo

Lo acaba de decir la Sociedad de Tasación de inmuebles: si no se baja el precio de los pisos, tanto de compras como alquileres, estamos obligando a los jóvenes a que abandonen las ciudades. Y viceversa: a que las grandes urbes se queden sin población de reemplazo, lo que las condena a muerte. Esto ocurre en toda España y en Vigo de forma agravada por no haber Plan General desde su anulación por el Supremo, lo que hace más difícil la construcción, limitada a pequeños espacios que ya estaban en marcha y que se quedaron a medias con la crisis. Barrio do Cura o la urbanización tras Povisa son dos de ellas. El primer paso real para que Vigo tenga nuevo Plan General se dio ayer con la adjudicación del concurso de redacción del documento, o la adaptación del PGOM 2008, aunque con tres años de retraso, tiempo ya perdido de forma irremediable, al que habrá que añadir los cuatro años que se conceden para la tramitación a la empresa encargada, con lo que nos ponemos en 2023, en un Vigo que será otro. La solución-atajo por la vía Parejo, interesante sin duda y que ahorraría muchos trámites, no es aplicable por el momento porque así lo ha señalado el Consello Consultivo de Galicia -organismo independiente- y la doctrina legal que emana de los tribunales, según reconocía el propio catedrático de Derecho Administrativo. Es probable que su planteamiento urbanístico se acabe asumiendo, pero no por ahora.
En definitiva que Vigo echa a andar para recuperar el terreno perdido y volver a tener un Plan General que dé seguridad jurídica y anime a la construcción a invertir sin temor a sentencias paralizantes o cambios normativos letales que ralenticen todo. No va a ser la panacea, pero permitirá que la ciudad siga viva, que se pueda edificar y que haya oferta para reducir precios. Lo contrario es la condena a muerte. Recordemos Ferrol, donde su población joven se fue estableciendo en la vecina Narón por ofertar pisos más baratos, y ha terminado por hundir a la ciudad departamental en la mayor crisis demográfica urbana de España. Vigo lleva cinco años de recesión poblacional, ojo. Continuará...
 

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