Opinión

Un gran diciembre

Vigo cerró 2018 con un gran diciembre sin duda gracias a dos factores: la publicidad enorme -incluida una avalancha de memes- de las luces locales y el buen tiempo, excepcional. Prueba de ello es que incluso ha habido viajes a las Cíes en fin de año, algo impensable en condiciones normales, cuando navegar hasta las islas resulta complicado y caminar sobre ellas hasta peligroso en un invierno normal. Pero así ha sido y hay que felicitarse. Los comerciantes y hosteleros están satisfechos y los vigueses pudieron disfrutar de calles llenas desde Urzaiz hasta el Casco Vello, que estaba a reventar. Cierto que el barrio histórico vigués no es el de una gran ciudad sino el propio de la villa marinera que era hasta principios del siglo XIX. Vigo no es Pontevedra, que cuenta con una zona monumental enorme propia de su condición capitalina, pero bien puede sacar rendimiento a sus cualidades.
Así que quizá el turismo pueda convertirse en un pilar añadido para la economía local y un buen instrumento de promoción. Ahí está, por ejemplo, el Camino Portugués por la Costa, que ha atraído a 15.000 personas en 2018, cifra que no se esperaba ni de lejos, y que puede crecer con facilidad. La ruta vecina, el Camino Portugués del interior, es recorrido por 60.000 peregrinos, así que el margen de crecimiento es enorme. De momento, este año tendría que iniciarse la construcción del primer albergue público. En cuanto a la señalización, cuando quiera el ayuntamiento...
Todo ello es cierto pero no perdamos de vista lo que funciona: el sector de la automoción y el marítimo-pesquero. Y lo que podría convertir a Vigo en una marca de calidad internacional: la investigación aeroespacial en lanzamiento y comercialización de satélites. Ahí sí que nos la jugamos. Continuará...
 

Te puede interesar