Opinión

relevo en el pp vigués

Suena con fuerza un cambio en la dirección del Partido Popular vigués cuando no han trascurrido más que unos meses desde el último congreso local, donde fue elegida Elena Muñoz frente a Javier Guerra. Como era previsible, la votación interna, en esta ocasión libre y sin ataduras, no ha servido para calmar las aguas ni para cerrar filas y lo que estaba antes dividido continúa hoy. 
Las familias del PP vigués y los notables continúan sin cohesión y Muñoz, aunque lo intenta, no ha conseguido cerrar filas. Tampoco ha conseguido un respaldo que podríamos calificar de sentimental, como el que en su día dispuso Corina Porro y hasta cierto punto Manuel Pérez. Y de telón de fondo negros augurios en el horizonte...
En este panorama, aparece con fuerza la idea de que el secretario general, Javier Dorado, renuncie al cargo. Dorado fue  designado director del Instituto de la Juventud de España, dependiente de la Administración central, al poco de ser nombrado número 2 del PP vigués en sustitución de Michel Fidalgo. Para mayor soledad de Muñoz, la vicepresidenta del PP, Lucía Molares, también es alto cargo en la capital de España, en Fomento. El caso es que Javier Dorado, al que le toca tapar fisuras en Vigo, pasa la mayor parte del tiempo en Madrid, donde tiene su despacho. Y el Partido Popular vigués sigue sin recomponerse y mientras los rumores externos crecen y crecen la moral interna baja y baja. 
Elena Muñoz continúa siendo a día de hoy la candidata a las elecciones municipales y cualquier otro movimiento sería una sorpresa. Pero son dentro de dos años, que es una eternidad. Continuará...

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