La Fundación Provigo fue un buen invento, una de las creaciones de Carlos Príncipe en su corto paso por la Alcaldía, entre 1991 y 1995. Príncipe se planteó crear entidades de colaboración para que la ciudad de Vigo, como el Liverpool, no caminara nunca sola. De esa propuesta estratégica nació el Eixo Atlántico, como entidad para articular la Eurorregión sostenida desde Vigo y Oporto; la Mancomunidad, como el primer foro comarcal con Vigo a la cabeza, y finalmente Provigo, que era una mesa donde sentarse las instituciones y empresas más importantes para debatir asuntos y tomar decisiones. Nunca funcionó del todo bien, es cierto, pero tuvo algunos aciertos, como los planes estratégicos, para fijar el rumbo de la ciudad sin dar palos de ciego. Quería ser también el germen de un lobby a imagen del famoso grupo que durante años funcionó en Coruña pilotado por Paco Vázquez, con enorme éxito para los intereses herculinos.
Pasados los años, 25 en total, se puede hacer balance: el Eixo existe aunque en los últimos años por Vigo se mantiene al margen y apenas participa en asambleas y reuniones; la Mancomunidad, que arrancó con fuerza y 14 socios, se convirtió muy pronto en un fantasma siempre a la espera de su transformación en el Área Metropolitana, dos veces frustrada. En cuanto a la Fundación Provigo, decir que lleva más de una década en respiración asistida. Existe pero como si no tras haber perdido primero su papel de organismo para el estudio y seguimiento de la situación económica de la comarca o ambiental de la Ría, y después su labor en planificación estratégica. El resto fue un reguero de bajas que ha dejado a Provigo en el puro esqueleto. Esta semana se ha propuesto su reactivación, coincidiendo con otra baja en el equipo directivo, la de Abanca, y un alta, los armadores de ARVI asumiendo protagonismo desde la tesorería. ARVI fue el primer lobby organizado desde Vigo, en su caso para defender los intereses de la pesca en Bruselas. Con éxito. Un modelo a seguir de cómo organizarse y quizá para Provigo y la Muy Leal.
