Opinión

príncipe, calvario

Una foto de tan sólo diez años atrás del Príncipe resulta suficiente para ver cuánto hemos cambiado. Ya no está el Círculo Mercantil, ni la Papelería Comercial, dos clásicos que marcaban el perfil de la calle; han cerrado o cambiado de nombres bancos y también han pasado a la historia buena parte de los establecimientos de la zona, entre ellos algunos que parecían indestructibles. 
Buena parte del paisaje actual está presidido por edificios en ruinas y locales cerrados, aunque el futuro no está escrito y sin duda es cambiante, así que en diez años podríamos tener otra imagen por completo distinto, comenzando por el impacto que pueda tener la apertura de la sede social del Celta y los cambios por venir en el Marco, que por decisión municipal dejará de ser un centro de arte contemporáneo para convertirse sobre todo en una pinacoteca donde exponer la colección de pintura gallega. 
En O Calvario se puede anotar lo mismo, incluso peor por las propias características de un barrio que figura entre los de menor renta de toda España, datos oficiales del Ministerio de Hacienda. En el entorno peatonal de Urzaiz hay una epidemia de cierres. La asociación de comerciantes cree que se trata de algo puntual y que en breve habrá aperturas que darán nueva vida. Quizá.
De lo que no hay duda es que de los males que acechan aquí y ahora al Príncipe y al Calvario, las dos zonas comerciales peatonales más importantes, no es culpable Porto Cabral, como auguran los opositores a su construcción e inasequibles al desaliento de una mejor causa. Continuará...

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