Opinión

Por la política aburrida

Alemania acaba de entrar en la política divertida, la del riesgo permanente y la incertidumbre, con el ascenso de partidos de ultraderecha y excomunistas, y el regreso del ala verde más radical, todo lo cual promete grandes días. Con dos partidos aburridos y previsibles, Alemania fue durante 50 años la locomotora de Europa y el país más próspero y desarrollado. Pasa igual en otros países de Europa, no digamos en Italia: aunque allí la fiesta continua era norma y pese a ello ha ido tirando, ahora todo parece incluso más imprevisible. La política populista es muy graciosa y llena de titulares pero suele acabar mal. La aburrida en cambio es predecible, poco dada a las grandes frases, pero suele resultar más eficaz para asegurar la libertad y la prosperidad y desde luego de mayor calidad democrática. Todo ello se puede trasladar a cualquier ámbito, desde el Brexit, ejemplo del eficaz uso de los bulos como fuente de propaganda para alcanzar un fin, hasta la actual política española, cuajada de sobresaltos, medias verdades y mentiras rotundas. 
Vigo no está al margen de la ola y me temo que nada bueno vendrá en los próximos meses, con elecciones municipales a la vista que van a convertir en irrespirable las relaciones entre administraciones, como se puede comprobar a diario (Área, Navia, Campus FP, Consorcio Casco Vello). Lo mejor para los vecinos de la Muy Leal sería fomentar la colaboración y apostar por la generosidad, aunque temo que es soñar. Véase el Área Metropolitana, enterrado en un largo proceso judicial que lo condena  a su inexistencia. Y eso no es bueno para nadie. Continuará... 

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