Peinador ha recuperado parte del terreno cedido y ya ha vuelto a sus números de hace seis años, en 2011, cuando se mantenía en torno al millón de pasajeros, que será la cifra que se alcanzará si el verano, como parece, mantiene las cifras de ocupación que se van registrando desde el pasado año. No ha sido fácil ni tampoco gratis (las ayudas municipales y de la Diputación a las aerolíneas en varias anualidades suman ocho millones de euros), consecuencia de la carrera iniciada por los ayuntamientos para hacerse con rutas en abierta competencia abierta unos con otros por el mismo cliente. No ha sido posible algún tipo de coordinación y así se planteó una competición desbocada iniciada en Santiago, continuada en Coruña y finalizada en Vigo, mientras desde el otro lado del Miño se observa la competición con una sonrisa.
Las tres terminales gallegas juntas suman ahora alrededor de cuatro millones de pasajeros, en tanto que Sá Carneiro mueve alrededor de ocho millones. La diferencia estriba en que en la región Norte sólo hay un aeropuerto, por tres en Galicia. Pero eso no supone una mala noticia, sino al contrario, mejores oportunidades para las ciudades con terminales aéreas. Vigo ha recuperado terreno pero el techo está ahí y en sus mejores momentos llegó a 1,5 millones de viajeros. La proliferación de rutas turísticas es un buen anzuelo para captar viajeros, aunque la base de que la terminal continuará estando en el movimiento de Madrid y Barcelona, regular y durante todo el año, que también ha ido subiendo. El aeropuerto, y sobre todo el puerto, son dos termómetros de cómo va Vigo. Continuará...
