Opinión

Nueva vida para Beiramar

Beiramar pasó de principal centro de actividad portuario a ruina con el cierre de todas las naves, comenzando por Casa MAR y siguiendo por el resto. El fenómeno se convirtió en una epidemia cuando Pesca Puerta y Pescanova decidieron también trasladarse. Antes, el difunto Plan General de 2008 había decidido reconvertir Jacinto Benavente de zona industrial a residencial, lo que en sí mismo no era una mala idea, salvo por un aspecto fundamental: que la propuesta incluía el traslado de congeladores a un parque empresarial de Zona Franca prácticamente descartado.
En estas condiciones, el Puerto hizo bien al dar un impulso a su lado, las naves que dan a Jacinto Benavente y Beiramar, todas concesiones administrativas, que ha tenido éxito. Freiremar fue recuperado por Frigalsa y Pesca Puerta y Pescanova por Coper. Frigo Berbés pasó a manos de Lidl, a la espera de licencia municipal. Cordelerías Mar, otra nave que lleva 30 años cerrada, acaba de ser adquirida por el grupo Jove para el primer bloque de viviendas del entorno. Al lado, Frigoríficos Vigo, Flex (de Armadora Pereira), Pescapuerta y Pescanova continúan cerradas y en estado ruinoso, en parte por la indefinición sobre su destino. La buena noticia es la recuperación industrial de Beiramar: garantiza que el puerto pesquero continuará de pilar de la economía local.

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