Opinión

Milagro en Conxemar

Una sola feria que se celebra durante tres días ha obrado varios milagros. Uno, llenar los hoteles en octubre. Otro, conseguir un acuerdo exprés entre la Xunta y el Concello para construir un tercer pabellón en Ifevi, que urgía para que Conxemar siga creciendo. Pero me quedo con un tercero: ayer un embajador de Canadá en España estuvo en Vigo, en concreto con el alcalde, en una reunión normal y cordial. Canadá era hace 25 años El Enemigo, el país que envió a sus patrulleras contra la flota viguesa que capturaba el entonces desconocido fletán para hacerse con el caladero a la brava. Fue el inicio de la "guerra del fletán", cuando el Gobierno español envió a su vez una patrullera de altura para vigilar los canadienses y negociar  con las cañoneras a la vista, en igualdad de condiciones. España, Galicia y Vigo tenían de su lado el descubrimiento de la fórmula para pescar una especie de profundidad, que obligó a cambiar los buques congeladores que habían salido -expulsados- de Namibia incorporando motores de mayor potencia para el arrastre. El pescado tuvo buena acogida -comercializado como lenguado alimón, todavía hoy- y Canadá quiso su pastel. Entero. 
La diplomacia de la cañonera funcionó y finalmente hubo acuerdo dentro de la organización NAFO -que ordena la pesquería en el Atlántico norte- y la flota viguesa sigue ahí, cada año peleando, eso sí, para mantener sus cuotas. NAFO, entonces controlado por Canadá, incluso ha celebrado reuniones en Vigo, así que todo aquello ha valido para algo. 
Un barco, el "Cabo Estai", fue nombrado Vigués Distinguido como héroe de la "guerra del fletán", aunque la naviera años después le cambiaría el nombre. Una pena, porque ese sí era un símbolo y no el "Alfageme" de Coia. Continuará... 

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