Opinión

Marín aprieta, y es lógico

Marín aspira legítimamente a ser el primer  puerto de contenedores de Galicia y va en camino de conseguirlo o al menos ha puesto las bases para ello. En los dos últimos ejercicios ha sido la terminal que más ha crecido de la red de Puertos del Estado y para este ejercicio espera mover 100.000 depósitos. Será de lograrlo en su mayoría a cuenta de quedarse con tráficos de la competencia, claro está, es decir restando a Vigo, como ha pasado con Maersk, ya dos años en la Ría de Pontevedra, aunque pese a todo con un pie en Guixar. Puede repetirse con MSC y WEC, aunque de momento mantienen su operativo completo en aguas viguesas: hoy en día suponen un 34 por ciento de todos los contenedores.
Claro que Marín juega con algunas ventajas que tiñen su legítimo deseo de crecer bajo algunas sospechas. Una, clave, la inexistencia de sociedad de estiba, lo que permite a las navieras contratar libremente las manos para la carga y descarga, y eso supone muchos miles de euros de diferencia. Clave, por cuanto las operadoras ajustan al máximo los costes para conseguir más contratos. La otra, la existencia de una terminal de mercancía que se ha desarrollado sobre un terreno de relleno que los tribunales han condenado de forma reiterada. Sin embargo, continúa la actividad. 
En estas condiciones, Vigo está a la espera de que la estiba cumpla la transición hacia su  liberalización y mientras tanto, apura sus opciones. Una, la más relevante, la indiscutible mejor posición de las infraestructuras portuarias viguesas, con grúas de la mayor capacidad y muelles con longitud y calado para que puedan operar barcos de 200 y más metros, una baza constatable.  Continuará...

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