Ana Miranda tiene con toda probabilidad muchos asuntos sobre los que tratar y causas que defender en el Parlamento europeo, donde cuenta con escaño, y estoy convencido de que como viguesa que es, se afana en que la ciudad y la Ría estén en las mejores condiciones. También parece probable que su propuesta de resucitar la situación del mar de Vigo y la supuesta existencia de contaminación se basa en las mejores intenciones... justo las que forman el empedrado del camino al infierno. Que es lo que acaba de hacer el BNG-Ana Miranda al volver a pedir en Bruselas que se examine otra vez la situación de las rías de Vigo y O Burgo -la ensenada al fondo de A Coruña- por supuesta polución.
¿Existe? No hay ningún informe serio que así lo diga, y al contrario, desde hace unos meses está funcionando a todo ritmo la mayor depuradora construida en Europa en lo que va de siglo, capaz de tratar las aguas residuales de 400.000 personas. La Ría viguesa cuenta con el único parque nacional de España vinculado a una ciudad, con una ensenada en San Simón incluida en la Red Natura y con la mayor acumulación de banderas azules, que se otorgan, entre otros motivos, por la calidad de las aguas. Y además, pero no menos importante, con un marisco y pescado de gran calidad al que la publicidad negativa no le viene nada bien.
Pese a ello, Miranda y sus aliados para la ocasión han proclamado en Bruselas que la Ría viene a ser una sumidero o algo parecido, reabriendo las dudas que parecían enterradas con los cientos de millones invertidos en la estación depuradora del Lagares con fondos europeos, por cierto. El daño ya está hecho, ahora veremos las consecuencias. Continuará...
