Opinión

la reconquista de bouzas

H ace sólo unos pocos años la asociación vecinal de Bouzas decidió poner en marcha una suerte de recordatorio de Reconquista de la Villa en 1809 y así nació la Brincadeira, que no es sino una fiesta popular, sin representaciones -de momento- y con los clásicos mercadillos. Este año suman 200 entre puestos de comida y artesanía y difícilmente podrá haber más en el futuro, salvo que se cambie la orientación de A Brincadeira y el lugar donde se desarrolla. Simplemente, no hay espacio para más. 
Bouzas es Vigo –y viceversa, porque bien pudo ser al revés con el mismo resultado- desde hace apenas un siglo y pese al tiempo transcurrido -113 años, desde 1904- las costuras no están del todo bien zurcidas. Curiosamente, la anexión “manu militari” de Lavadores, mucho más reciente, de 1940, se realizó con mucha mayor facilidad y la integración del Calvario y las parroquias del antiguo ayuntamiento ha sido completa y sin mayores problemas. 
Vigo sin Bouzas no sería nada. O sería mucho menos y desde luego no mejor. Sin Bouzas no habría playas, no habría puerto y Vigo se habría quedado constreñido en un ayuntamiento pequeño y sin posibilidades de crecer. A Coruña sufre por ello: cuenta con sólo 35 kilómetros cuadrados, frente a los 110 de Vigo y hace tiempo que se ha planteado una fusión con Arteixo que de producirse cambiaría las cosas en Galicia.
Vigo sin Bouzas sería una ciudad de tipo medio, no la mayor de Galicia, y no tendría posibilidades de conseguir dotaciones como el aeropuerto, la Universidad, una Audiencia y ni soñar con un AVE. Bouzas tampoco tendría nada de ello, claro, y todos saldríamos perdiendo y nadie ganando. Así que la fusión, como la que dio origen al Celta, fue una buena idea. Mejor sumar. Continuará...

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