Opinión

La Re-Reconquista

El próximo domingo habrá de nuevo Reconquista, esta vez en su versión mayo, que puede resultar divertido pero con seguridad es un disparate similar a celebrar Navidades en febrero o los Sanfermines en septiembre. La Reconquista fue una fecha clave en la historia local por lo que supuso en sí mismo -primera plaza que perdió Napoleón en Europa- y sobre todos por sus consecuencias: la conversión de la villa en Ciudad Leal y Valerosa -lo de Fiel fue un añadido posterior anónimo. Como todos los grandes acontecimientos, tiene una fecha precisa y conocida, el 28 de marzo, día en que Cachamuiña tomó la puerta de Gamboa y logró la capitulación de la tropa francesa. Madrid celebra el 2 de mayo su fiesta local -muy parecida en su origen a la viguesa- y no la cambia pese a que coincide con la Fiesta del Trabajo, lo que provoca un puente laboral incomprensible a escala europea y el cierre de empresas o colegios a menudo durante cinco días. Pero nadie en Madrid se plantea trasladar la celebración. La Reconquista ha crecido y mucho gracias al trabajo de los vecinos del barrio histórico, promotores y protagonistas. Ahora toca dar el salto, pasar de amateur a profesional y fijarla en el calendario. 

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