Opinión

Hacer ciudad, hacer marca Vigo

La Universidad de Vigo ha lanzado con la rutina del éxito comprobado su cuarto satélite, que a estas alturas ya ha girado varias vueltas la Tierra. Es un pequeño dispositivo llamado “Lume” que se encargará precisamente de vigilar la presencia de fuegos forestales. Los tres anteriores funcionaron por encima de su vida útil, confirmando la alta tecnología empleada en su producción. Además, de estos cuatro satélites, en el Centro de Innovación Aeroespacial de Zona Franca Vigo -donde participa la propia Universidad con entidades y empresas privadas- están a punto de finalizarse otros tres con fines comerciales, que se irán lanzando a lo largo de 2019 y sucesivos. No hay ninguna otra ciudad de España, parece que tampoco de Europa, donde haya tal actividad en un sector que literalmente despega. Cuando la universidad lanzó el primero, el Xatcobeo, un diminuto cubo, había apenas 50 modelos orbitando y ahora serían unos 1.500. Lo que quiere decir que hay mercado porque cada vez más países recurren a dispositivos propios de vigilancia, a menudo por cuestiones de seguridad. Vigo ya tiene una marca propia en los satélites y eso es mucho. Es hacer ciudad y comenzar a construir quizá otro pilar que fortalezca o sustituya en el futuro a los otros dos tradicionales, la automoción y el marítimo-portuario. 
Hace unos días se celebró en la Muy Leal un congreso nacional sobre tecnología espacial y el responsable del Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial dijo -supongo que no para llenarnos los oídos- que en Vigo se dan las condiciones para montar un Sillicon Valley. Suena irrealizable pero en realidad sí hay bases: una universidad tecnológica que ha apostado fuerte por la investigación, un polo industrial en torno a Delta y auxiliares de Airbus, y un centro de montaje específico en un parque de Zona Franca. Continuará...

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