Opinión

Galicia no está preparada

Galicia no está preparada para un prolongado estado de sequía pero habrá que ir acostumbrándose a episodios como el actual, todavía por resolver. El anterior fue de 2011, y no llegó tan lejos como éste, en que las reservas se encuentran en el 38 por ciento y la potabilizadora viguesa muestra síntomas de agotamiento por la caída del caudal, con agua garantizada durante un mes y luego ya se verá. Ahora tocan medidas urgentes para salvar el match ball e iniciar otras a medio plazo de cara a la primavera y el verano siguientes. Una, el trasvase del Verdugo, que ya quedará como una obra permanente para alimentar los embalses y distribuir los recursos existentes. Y quizá habrá que pensar en ampliar el tamaño de Eiras y Zamáns. No será fácil, más bien imposible, aunque Vigo necesita una reserva mayor. Eiras se planteó en los años sesenta para una población máxima de 260.000 habitantes. Hoy  día abastece a unas 400.000 personas, al añadirse a Vigo la mayor parte del área metropolitana, cada vez más conectada a la red. Es evidente que se ha quedado pequeño y hoy al 37 por ciento dcoloca a la Muy Leal en situación de gravedad extrema, mientras que los embalses andaluces aguantan mucho mejor al 20 por ciento, precisamente por su mayor capacidad. Pero hoy en día resulta impensable plantear la construcción de un pantano. El alcalde de Pontecaldelas, que ha comenzado su propio Cursus Honorum político, calificó este fin de semana de “obra franquista” Eiras por haber terminado con el río Oitavén, y levanto el pueblo contra el trasvase del Verdugo, río que al parecer considera de su propiedad. Así están las cosas. Así es Galicia

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