Opinión

El puente, que no es gratis

Fue en 2006 cuando desapareció el peaje de Rande tras el famoso acuerdo entre la Xunta y el Ministerio de Fomento -organismos públicos entonces ambos bajo control del PSOE- por el que ambas instituciones asumían el pago en la sombra. Desde entonces, casi 70 millones aportados por todos a Audasa, que sin duda hizo el negocio del siglo. 
La reivindicación vecinal de la eliminación del pago para cruzar la Ria de Vigo estaba bien fundada y fue sustentada en el tiempo y razonada por sus promotores con inteligencia. Realmente era intachable: las autopistas de peaje sólo pueden existir si hay una carretera alternativa. En cambio, exigir un precio por circular sin tener otra opción es lo más parecido a un derecho de pernada, un abuso y un exceso. Y entre Vigo y Morrazo no había ni hay más posibilidades por carretera que a través de la autopista. Con tales argumentos, de peso y bien definidos, finalmente Xunta y Fomento aceptaron pagar y desde entonces en apariencia no hay peaje en Rande. Pero no es así en absoluto ni lo será en muchos años, al menos mientras exista la concesión.
La paradoja estriba en que la ampliación de la capacidad del puente y la caída de usuarios del transporte marítimo es consecuencia de la desaparición de las cabinas en Rande, que convirtieron el trayecto Vigo-Morrazo en cada vez más habitual. Y no sólo para los vecinos de Cangas y Moaña sino cada vez más para los vigueses. No hay duda que el puente unió las dos orillas de la Ría de Vigo y la caída del peaje incrementó la conexión metropolitana. Y también sirvió para que Audasa incrementara sus ingresos. Continuará...

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