Comienza el año con un clásico: la repetición de las elecciones en el Mercantil, un club que en el siglo XX era el más popular de Vigo, con miles de familias asociadas, y que hoy es apenas un esbozo de lo que un día fue. Por encima de las culpas que puedan tener las directivas al gestionar la sociedad -la última se empeñó en desaparecer del centro urbano- se encuentra una realidad: Vigo 2018 poco o nada tiene que ver con el de hace 50 años, y su destino no parece otro que su desaparición salvo fusión con otra entidad deportiva local.
Curiosamente el Celta parece acelerar la combustión del Círculo Mercantil
El Náutico estaba dispuesto porque sumaba capital y añadía socios, pero cada día que pasa su interés será menor hasta reducirse a cero. Los millones conseguidos con la venta de su sede al Celta se van agotando. Y ése es el tiempo que probablemente le queda al Mercantil de vida. Una alternativa pasaría por su transformación en una entidad de servicios deportivos, pero eso poco o nada tiene que ver con su origen.
Curiosamente el Celta acelera la combustión de la sociedad viguesa: tras la adquisición del edificio histórico de Príncipe para su sede central, ahora aprieta con el centro comercial y los campos de fútbol que se prevén desarrollar en el entorno de la propia ciudad deportiva del Mercantil. Continuará...
