Opinión

el gran Vigo que no llega

Decía el alcalde Portanet a finales de los sesenta y principios de los setenta, cuando Vigo estaba dando su gran estirón demográfico, que esta ciudad nunca sería nada si no lograba llegar a medio millón de habitantes, única forma de alcanzar un rango europeo de municipio tipo medio-alto. 
El Plan General de 2008 había contemplado la posibilidad de que Vigo llegara a alcanzar en 25 años 400.000 residentes censados, 100.000 más que hoy. No era un objetivo sino una previsión de máximos basada en varios factores, siempre partiendo de que hubiera una economía alcista y la llegada masiva de inmigrantes de otras partes de Galicia, de España o del extranjero, como ya ocurrió en el pasado. De ahí que se redactara un PGOM expansivo. Ya sabemos que no va a ser así. Incluso al contrario: todos los indicadores apuntan a la baja, con la natalidad por los suelos, el saldo vegetativo apuntando las cifras más negativas en toda la historia viguesa y la economía recuperándose pero lentamente. 
Sin embargo, hay una posibilidad de que el Gran Vigo alcance el medio millón de habitantes y para eso estará el área metropolitana, con la Muy Leal de cabeza. No es fácil, como se ha visto: exige generosidad, amplitud de miras y mucha paciencia para encajar las piezas, que están encima de la mesa: existe un entorno visible compuesto por cientos de miles de vecinos que comparten casi todo, desde el trabajo, a la carreteras, pasando por juzgados, hospitales o el agua. Sólo falta articular esa fuerza y darle forma. Sin imposiciones y con generosidad mutua, como vecinos. O eso, o cada uno por separado, y así Vigo nunca será nada. O será cada día un poco menos.

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