Opinión

El Casco Vello, al fin

Viernes por la noche, plazas de la Constitución, Princesa y Concatedral y sus entornos, incluyendo la Rúa Real y otras. Calles llenas, bares y restaurantes hasta arriba y un ambiente desconocido para una urbe tan peculiar en sus costumbres como Vigo. Hay ruido, sí, pero todavía no son más que las doce y media, y se puede soportar por los vecinos. Al fin el Casco Vello para los vigueses y los miles de turistas que en 2017 han decidido pasarse  por la Muy Leal para conocer la ciudad, las playas y las Cíes. Mensaje positivo. Adiós a la melancolía del incidente del pasado fin de semana, que servirá -debería servir al menos- para mejorar controles, poner firmes a las navieras y dar un paso adelante en la conservación del Parque Nacional como un paraje único. Todavía tardará mucho en ser Patrimonio de la Unesco.  Hay tiempo.
Que el barrio histórico sea al fin un lugar para enseñar es un éxito ciudadano y una tarea sin fin que avanza. Queda mucho, comenzando por aprobar la asignatura del Berbés, que siendo un conjunto declarado monumental histórico es ahora lo más descuidado, con ruinas a la vista en la fachada principal de Vigo. Hay un acuerdo firmado y con presupuestos por parte de la Universidad de Vigo y la Xunta para convertir varios edificos en ruina en un centro de estudios y reforzar la presencia de la institución en el centro urbano. No acaba de avanzar, ahora por problemas encontrados con el saneamiento, pero sólo parece cuestión de tiempo que llegue la rehabilitación. 
En cuanto a la zona alta, la antigua Ferrería, el cambio ha sido radical pero no se ha completado en su totalidad. La ruina que antes presidía el entorno ha desaparecido casi por completo gracias al único paisaje de grúas de Vigo pero en cambio todavía queda prostitución visible por las calles y eso no ayuda a que haya vecinos ni tampoco negocios. Algunos han cerrado, otros se mantienen con dificultades.
 Queda mucho, lo dicho, pero el Casco Vello ya es una realidad visible. La creación del Consorcio Casco vello Xunta-Concello resultó definitivo para ello. Prueba de la que cooperación institucional es una muy buena medida y el mejor camino. Continuará...

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