Hace ahora dos años, cuando la marea anti-hospital subía y subía, este diario explicó a contracorriente un par de cosas sobre los beneficios objetivos que supondrían para Vigo y su área el Álvaro Cunqueiro. Y no era fácil hacerlo, porque parecía que la inauguración del centro sanitario era el fin de los tiempos. El resultado fue la famosa e histórica manifestación, la mayor en la historia de la Muy Leal, en la que unas 90.000 personas salieron contra la apertura del Cunqueiro, que ese y no otro era el lema de la convocatoria aunque luego cada uno acudiría por sus propios motivos. El resultado práctico fue que la marcha más multitudinaria en la ciudad tuvo como objetivo no la reclamación de un servicio, una dotación o la apertura de una empresas sino contra un hospital y no sólo por el modelo de financiación. Así es esta ciudad.
Han pasado dos años de aquello y el viejo Xeral ha comenzado su transformación en la nueva Ciudad de la Justicia, una buena idea para evitar la ruina de un edificio que merece ser conservado, mientras el nuevo centro hospitalario se ha integrado ya en la vida del área metropolitana. Miles de personas han pasado por Beade y comprobado que no hay color entre lo viejo y lo nuevo y aunque todavía queda mucho por mejorar, el debate ya es historia en lo esencial. En realidad, nunca lo hubo: Vigo necesitaba un complejo sanitario del siglo XXI con capacidad para crecer, disponer de nuevas especialidades y convertirse en la referencia sanitaria de Galicia y las bases están ya fijadas con el Cunqueiro, una instalación adecuada levantada en un lugar bien comunicado, que es también a zona de la ciudad que más crece en población, rodeada del Campus, el Parque Tecnológico y pronto el Parque Comercial. Continuará...
