Opinión

De símbolos de la ciudad

Aunque alguno tiene, no anda sobrada la Muy Leal de signos que identifiquen a la ciudad con claridad más allá de la frontera de los Altos de la Canda. Desde luego las islas Cíes y el Celta están entre los estandartes de Vigo y quizá el Cristo de la Victoria, cuya procesión anotó con sorpresa el propio Julio Verne por la devoción multitudinaria que se encontró. Ahora también hay que anotar algunas bajas entre los clásicos. El primero, A Pedra, que era un mercado de excepción en todos los sentidos, muy famoso en toda España y que siempre aparecía en las guías turísticas de la ciudad al lado de las Ostras. Pero A Pedra es historia y probablemente no volverá nunca más, quizá porque pasó el tiempo de aquella “singularidad administrativa” como de forma certera la denominó un subdelegado del Gobierno.
Más reciente, pero de enorme difusión en toda España, ha sido la tradición de celebrar los (escasos, para qué negarlo) éxitos del Celta en la fuente de As Travesas, la “piscina” de la plaza de América que también va a pasar a la historia. Es cierto que nunca fue un arreglo urbano del todo acertado y que había traído problemas no del todo resueltos por su peso, que aplasta el suelo sobre el que se levanta, el túnel entre Camelias y Coia. Pero también que forma parte del paisaje urbano y no había grandes quejas. Ahora se va a cambiar, reduciéndose de forma considerable la “laguna” y convirtiendo el centro en un mínimo parque y As Travesas en una especie de Plaza de la Estrella de París, con el Arco del Triunfo en el centro, aquí la Puerta del Atlántico de Silverio Rivas. Adiós baños. Continuará...

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