Opinión

El corredor del atlántico, desde luego

Tres gobiernos autonómicos, los de Galicia, Asturias y Castilla y León, firmarán mañana lunes un acuerdo para reclamar el apoyo de la Administración del Estado al denominado Corredor Atlántico ferroviario, que permitiría unir por tren de mercancías rápido los puertos de Vigo, Coruña, Gijón y Avilés con la Meseta por León y Palencia, conectándose con las grandes líneas europeas. Se trata, para ponerlo claro, de evitar que el movimiento de mercancías se centralice en el llamado Corredor Mediterráneo, que ya estaba maduro y listo para su financiación por Europa y que el maldito “procés” ha dejado tocado a la espera de acontecimientos. La iniciativa, y es justo decirlo, partió de los empresarios de las tres comunidades, y la CEP viguesa la asumió como propia desde el principio, como también lo hizo el Eixo Atlántico de la Eurorregión, siempre atento a estos movimientos. Hasta ahora la Xunta se mantenía un tanto a la expectativa, pero con buen criterio ha dado un paso adelante que debería resultar definitivo.
Para el puerto, por tanto para todo Vigo, mantenerse unido a las redes transeuropeas supone una garantía de competitividad. O si se quiere, al contrario: no hacerlo sería la ruina. Además, el planteamiento pasa por que sean sólo dos terminales las que servirían de lanzadera en Galicia, Vigo y Coruña. 
Añadamos que se trata de potenciar el tren de mercancías, que en Vigo prácticamente se encuentra en punto cero. Como hoy contamos, ya se ha descartado la conexión con Bouzas por Beiramar, así que habrá que volver a plantear alternativas ante el hecho cierto de que el tren continúa siendo un eficaz sistema complementario a la carretera y el tráfico marítimo. Vigo se ha colocado en buena posición en el Corredor Atlántico y para su puerto convertirse en eje del transporte sería una suerte de revancha por el fiasco de su exclusión como puerto nodal europeo en tiempos de José Blanco. 

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