Opinión

La ciudad de braga, el nuevo jugador

H asta digamos hace unos 20 años la Eurorregión  Galicia-Norte Portugal pivotaba entre A Coruña al Norte y Oporto al Sur, con Vigo en el centro, tres polos urbanos definidos y visibles y equilibrados. Hasta ahora, que ha llegado un nuevo jugador a la mesa, la ciudad de Braga, en pleno auge después de años de decadencia y falta de pulso. El  nuevo alcalde ha entrado con bríos -el anterior estuvo en el cargo durante más de 30 años- aunque como es lógico no se debe a su gestión únicamente el nuevo estado de las cosas.
Tanto Coruña como Oporto se han estirado y mucho en las dos últimas décadas. La ciudad herculina, según el nada dudoso Ardán del Consorcio Zona Franca, se ha disparado como primera potencia en Galicia en creación de riqueza, cada vez más lejos de Vigo. En apenas unos años Vigo ha pasado de concentrar el 32 por ciento de la producción gallega para bajar al 16 mientras Coruña hacía el viaje contrario, hasta el 52 por ciento actual gracias sobre todo a Inditex. Por el Sur, Oporto se ha convertido en un emporio portuario y cada vez más turístico, con Leixoes y el aeropuerto Sá Carneiro como sus dos pilares fundamentales, cada vez con menor competencia desde Galicia. Oporto es una gran marca, atractiva, con un equipo de fútbol habitual de la Liga de Campeones y que acaba de ganar su Liga doméstica. Y en el medio se sitúa Vigo, que aguanta gracias a su poderosa industria y a una mayor diversificación que jugaría, de momento, a favor.
Y en eso llegó Braga. Una pequeña ciudad del Norte luso que carece de puerto, aeropuerto y prácticamente de estación del ferrocarril: su conexión con Galicia es a través de la terminal de Nine. 
Pero Braga ha ido buscando su papel y parece haberlo hallado, emergiendo con fuerza. Su universidad se ha colocado ya por delante de las gallegas en los grandes rankings internacionales y en la ciudad que fue la primera capital de la romana Gallaecia está el  Laboratorio ibérico de Nano Tecnología, un centro tecnológico de primer orden internacional. En paralelo, se ha incentivado su faceta comercial y ya ahora mismo dispone de mayor número de complejos terciarios que Vigo, entre ellos Ikea, pese a que su población es sensiblemente inferior. Otro signo es que cuenta con un equipo de fútbol que juega habitualmente competiciones europeas e incluso ha disputado una final de la UEFA. Precisamente contra el Porto FC. Así estamos. Continuará...

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