Cíes más allá de los meses de calor e incluso cuando el invierno está a punto de entrar por la puerta. El interés por las islas viguesas comienza a ser una realidad consolidada fuera del verano, la famosa desestacionalización, una palabra larga en exceso pero precisa: que haya visitantes repartidos a lo largo de todo el año. Ayer partió hacia el Parque Nacional un barco con excursionistas que llegaban desde fuera de Galicia y que evidentemente no iban a pasar un día a la playa, como ocurre de junio a septiembre. Cíes es Rodas pero mucho más y una visita lejos de la temporada alta tiene como ventaja la posibilidad de disfrutar de la isla sin aglomeraciones. El Plan Rector del Parque Nacional que está a punto de hacerse oficial contempla un aforo máximo que no alcanzaría las 2.700 personas al día, incluyendo campistas, turistas y grupos organizados. En un día como el de ayer apenas medio centenar de visitantes pudieron pasear a sus anchas y conocer en exclusiva el interior, sin agobios ni sobreventas de billetes ni tener que preocuparse por el sol. En 2018, el Parque Nacional ha batido su récord de visitantes, con casi 500.000, de ellos 290.000 en las Cíes. Cifras muy importantes,
Es lástima que la Autoridad Portuaria diera marcha atrás con la propuesta del mini hotel en el faro principal de Cíes, un lugar de mucho encanto. Supondría disponer de dos a cuatro habitaciones como máximo durante toda la temporada en uno de los parajes más singulares. Un atractivo más para las islas, para el Parque y por supuesto para Vigo. Continuará...
