Opinión

Alcalde 40 años

Cuando Arturo Grandal se convirtió en alcalde de Salvaterra sólo habían pasado cuatro meses desde la aprobación de la Constitución y menos de cuatro años de la muerte de Franco. Desde entonces, abril de 1979, elección tras elección fue reelegido, en tres partidos distintos (UCD, PSOE y PP) y siempre por mayoría absoluta, en un récord absoluto que dejará ahí tras 40 años, ya que acaba de anunciar que no se presentará en mayo. 
Abandona por propia voluntad, y para la población del municipio será un cambio espectacular: gran parte de sus habitantes no ha conocido otro gobernante local. Hay que tener en cuenta que Salvaterra hace 40 años era un pequeño ayuntamiento perdido en el fondo del Condado, cerca pero muy lejos de Portugal. Hoy, Salvaterra cuenta con un puente con Monçao, donde vive el propio Grandal, en prueba en propia carne de que la eurorregión existe y las comunicaciones entre Galicia y Portugal son ya permanentes. Para lo bueno y lo malo: en el otro lado del Miño hay parques empresariales operativos desde hace tiempo, en tanto que en Salvaterra todavía no funciona el Puerto Seco vigués, la Plisan, aunque parece que es cuestión de poco tiempo. No obstante, pese a sus 40 años como alcalde no va a tener la posibilidad de inaugurarlo.
La pregunta es si un gobernante, local, autonómico o estatal, puede/debe estar cuatro décadas al frente de una institución, aunque como en este caso sea producto de sucesivas elecciones en procesos democráticos. En Portugal está limitado a 12 años, en México a cuatro y en Estados Unidos y otros países americanos a ocho, aunque en la mayoría no hay restricciones. Arturo Grandal se va por su propia voluntad, a los 72 años, lo que también es raro. 

Te puede interesar