Opinión

2007, el año en que vigo reinó

Echando un vistazo a los datos sociales, demográficos y económicos, que a menudo caminan juntos, no cabe sino añorar las cifras de hace diez años, cuando Vigo parecía a punto de dar el gran salto adelante. Ese año fue el último del ciclo alcista de la economía, así que probablemente haya otras ciudades donde ocurra algo parecido, pero es difícil que el fenómeno tenga la dimensión viguesa. Vamos a verlo.
En 2017 el aeropuerto rozó los 1,5 millones de viajeros, acercándose a Lavacolla, que se movía entonces en dos millones. Este año, Peinador subió hasta algo más de un millón. En cuanto a carga, lo mismo: Lavacolla, que centraliza el negocio de la mercancía por avión, tenía poco más de 2.000 toneladas, en tanto que la terminal viguesa rozaba dicha cifra. Este año Santiago llegó a 2.700 y Vigo, pese a registrar una subida espectacular, la mayor de la red de AENA, alcanzó las 600. 
En el puerto, otro tanto: diez años atrás el crucerismo subía por encima de los 200.000 pasajeros anuales y era líder indiscutible del Norte peninsular y uno de los grandes puntos de escalas del país. Este año, 140.000 y superado por A Coruña y con Oporto subiendo. En carga, sin color: más de 5 millones de toneladas, frente a las 4 de 2017, incluyendo el 80 por ciento de los contenedores de Galicia, frente al 65 por ciento actual.
En 2007, Vigo había conseguido una triple corona difícilmente repetible: convertirse en el primer puerto del mundo en productos del mar para consumo humano; líder europeo en producción de vehículos gracias a la factoría de PSA en Balaídos y al mismo tiempo en número 1 de España en construcción de buques. La pesca se mantiene, aunque cayendo en congelado por los problemas portuarios bien conocidos con el control de contenedores, que ha llevado a unos 50.000 a entrar por Leixoes. En cuanto a PSA, ha sufrido como todas las marcas, y en 2017 alcanzó 435.000 unidades, recuperando terreno, pero muy lejos del medio millón de coches de los buenos tiempos. Del naval hay que decir que estuvo muy cerca del cierre total con el tax lease y todavía Vulcano no ha salido del coma. Los astilleros tuvieron el pasado año actividad creciente y en franca recuperación. Ese es el mejor dato. 
Vigo está lejos del nivel asombroso de 2007. Y pese a todo, es todavía una gran ciudad, con capacidad. De los vigueses depende lo que quieren hacer con su destino. Continuará...

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