Opinión

una promesa para cumplir o una ley

Hace cuatro años Alberto Núñez Feijóo dijo en varias ocasiones que dos legislaturas eran suficientes, aunque es cierto que sólo era una opinión, no un compromiso. Finalmente, opta a un tercer mandato y en esta ocasión sí que ha prometido que, si las encuestas aciertan y es reelegido, será la última presidencia y que antes de que finalice ya habrá iniciado el mecanismo para elegir en un congreso abierto a su sucesor al frente del PP gallego, que sería lógicamente el siguiente candidato a la Xunta. A él le fue muy bien la fórmula: tras la marcha de Fraga, el PPdeG, por primera y única ocasión, puso en marcha un proceso al que acudieron cuatro candidatos, ganando Feijóo por mayoría muy clara. Y asentando así su liderato, intocable desde entonces. 
Pero la clave es por qué hace cuatro años ya creía que dos períodos eran suficientes pero en cambio ha decidido volver a intentarlo por tercera vez. ¿Por qué? Por la propia lógica de los partidos y su temor a perder poder. Hay muchos países donde se fija un máximo de mandatos. Estados Unidos es el más conocido, pero también recientemente en Portugal se han puesto límites como una garantía democrática añadida. Si los cargos saben que hay estación término asegurada cambiaría y mucho la forma de actuar de los gobernantes, de los partidos y también de los votantes. Continuará...

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