Opinión

un milagro, un fracaso

El sector naval ha resucitado: han contratado 11 nuevos barcos y tienen en cartera de pedidos 22, lo que supone volver a los buenos tiempos, antes del doloroso tax-lease que estuvo a punto de cerrar los astilleros con ayuda de Almunia en su peor día. A día de hoy, los astilleros de la Ria, todos privados, cuentan con el 40 por ciento de los barcos contratados en España, lo que supone que Galicia ha recuperado terreno frente a Asturias y sobre todo el País Vasco. A día de hoy, la construcción naval está equilibrada entre las tres comunidades. Una gran noticia para Vigo que tiene otro añadido: uno de cada tres buques son pesqueros.
El milagro en cambio no se ha producido en el punto de control de salida de mercancías de Vigo, que año tras años parece enrocarse en los mismos problemas de los que en apariencia se han librado otros puertos. La sensación generalizada ayer entre la Federación de Usuarios -organización que también resucitó para la ocasión- es que nadie logra parar la sangría y poco a poco se van marchando a Leixoes miles de toneladas que tendrían que entrar por Vigo. Este año fueron 50.000 menos que tendrían que haber pasado por Guixar y optaron por el camino de Oporto pese al sobrecoste, pero sin riesgo de perder la carga y millones. El caso de la pota china suma y sigue. Oporto y Vigo tienen las mismas exigencias en la UE. No lo parece. Continuará...

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