Opinión

La inevitable decadencia

 

 

El Círculo Cultural Mercantil e Industrial tiene larga historia y por ello ha sido, y todavía es hoy, una de las sociedades de mayor arraigado en Vigo. Miles de personas de la Muy Leal han estado asociadas en algún momento al Mercantil, muy popular. En sus momentos de gloria, en los años setenta, llegó a tener 10.000 vigueses en sus filas. Fue cuando se abrió la ciudad deportiva, una inversión muy arriesgada que durante un tiempo sirvió para incrementar su masa social.... y sus deudas. Todo eso es historia bien lejana, 40 años atrás. Otro mundo. Otro país. Otra ciudad. Otra sociedad. El Mercantil se mantiene en su sitio, pero todo ha cambiado. Y de eso parecen no ser del todo conscientes los más veteranos de la entidad, apegados al pasado.
El Náutico ha conseguido una prórroga de un año a su propia existencia tras validar una medida difícil de asumir para muchos que se gastaron mil euros en una acción que ahora vale muy poco y dejarse vía libre sin requisitos para el acceso de nuevos socios. Con el "no" el  Náutico se hubiera visto abocado a pedir el concurso. Con el 'sí' ha logrado un año para conseguir fondos. Nada menos, pero nada más. 
El Mercantil navega en sentido contrario y  la directiva saliente del Mercantil informó de que tras la asamblea del "no" a la venta de su sede social se ha desencadenado un proceso cuyo final se atisba. Primero, tras haber sido desautorizada, la dirección  abandona, lo que traerá elecciones y nueva junta, que se encontrará con un preconcurso de acreedores en marcha y que tendrá que tomar decisiones. ¿Cuáles? Ganar socios y reducir su presión financiera, que se sitúa en unos cuatro millones de euros. Quizá una posibilidad sería librarse de su ciudad deportiva, pero significará la muerte del Mercantil. La otra, la venta del edificio ha sido rechazada por los titulares de la sociedad. La decadencia es la alternativa más plausible, con la reducción de su masa social por debajo del millar a corto plazo, lo que hará inviable su continuidad. Puede que no se llegue aún a ese punto, pero el camino está iniciado. 
Un ilustre vigués dijo que mejor honra sin barcos que barcos sin honra. Otros vigueses parecen decididos a continuar tal principio, tan cargado de épica como desafortunado. ¿Larga vida al Mercantil? Continuará...

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