Opinión

Las dos capitales de galicia

Cuenta hoy Fernando González Laxe que pensaba en 1989, cuando presidía la Xunta, y también hoy, que Galicia no tiene una sola capital sino varios polos, cada uno de ellos con sus propias características. En realidad, tiene dos: A Coruña y Vigo, mientras que Santiago ejerce ahora legalmente de centralidad autonómica y antes de sede oficiosa de la galleguidad por su universidad y el Apóstol y la Catedral. Vigo y Coruña, con sus respectivas áreas metropolitanas, conforman alrededor de un millón de habitantes –casi un tercio del total- pero con el añadido de que concentran la mayoría absoluta del PIB gallego. Ahora A Coruña gana a Vigo por doce puntos, antes era al revés, debido a la fuerte expansión de Inditex, que contrasta con los ajustes de producción de PSA y el parón del naval durante dos años. Quizá en dos o tres años Vigo puede volver a mandar o al menos a situarse en un equilibrio con el área de A Coruña. 
Es cierto hay dos capitales en Galicia, y una de ellas ejerce plenamente como tal. A Coruña peleó por ser la sede de las instituciones gallegas y a cambio de  aceptar Santiago se quedó con el Tribunal de Galicia, la Delegación del Gobierno y otros órganos de la Administración periférica. Vigo no tenía hasta hace bien poco ni siquiera una oficina de Tráfico. Su situación ha mejorado, pero la realidad como capital económica debe conllevar un equilibrio también en lo institucional. Comenzando por hacerse con una delegación del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, si es que finalmente va adelante la reforma del ministro Gallardón, cosa que parece ahora mismo poco probable en un Gobierno, el del PP, empeñado en conseguir un récord mundial de incumplimientos de su propio programa electoral. 

PD. A Abel Caballero le resulta incómodo defender la Cruz del Castro por cuanto choca con la izquierda, que necesita para ser alcalde, y una ley que impulsó el PSOE. Pero lo que hace es correcto:  defender en apelación en los tribunales una declaración unánime de la Corporación que optó por mantener la Cruz despojada de símbolos franquistas. Un juez dijo una cosa, otro superior puede aceptar las tesis municipales. Que parecen ser, por otra parte, mayoritarias en Vigo.

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