Opinión

Balaídos y el área metropolitana

Hay mil motivos para oponerse a la reforma de Balaídos, a invertir en estos momentos 30 millones –probablemente alguno más- en un estadio. Hay quien dirá con razón que ese dinero se necesita en otra parte, que hay mucha gente que lo está pasando mal. No hace falta acudir a la estadística Caritas o pasar por las colas de la lonja del consistorio para comprobarlo. Todo es cierto, pero también que Balaídos es uno de los símbolos de Vigo, que cada dos semanas pasan 25.000 personas e incluso se pueden alegar motivos de seguridad, porque el campo se cae literalmente a trozos. Que Concello y Diputación se pongan de acuerdo es sobre todo bueno para Vigo. También lo es el pacto para poner en marcha el transporte metropolitano, del que hace años disponen la mayoría de ciudades gallegas, beneficiándose miles de ciudadanos de sus respectivas áreas. Si en Vigo no se ha puesto en marcha es porque el ayuntamiento lo ha boicoteado sistemáticamente… hasta ahora, en que tras el pacto municipal con el PP ha llegado un rápido compromiso. Como en Balaídos y por el mismo motivo. 
 Al margen de las consideraciones políticas y las opiniones, se trata de algo bueno para la totalidad de la ciudad. Y también lo sería que el Área Metropolitana funcione. Con el resto de asuntos desbloqueados, no hay por qué mantener en el limbo una institución creada de forma ex profesa por la Xunta para que la mayor ciudad de Galicia disponga de un órgano de gestión y coordinación y lidere de forma oficial una comarca de casi medio millón de habitantes. Su puesta en marcha depende de que el alcalde sea presidente tras aceptar un compromiso. Ahora parece más fácil.

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