Opinión

Total descrédito

Lo hemos repetido aquí hasta la saciedad pero las cosas lejos de mejorar hacen que el descrédito crezca. Un profundo descrédito para la clase política. Consolarse mirando a Brasil, Argentina, Venezuela y otros lugares en nada rebajan la caótica situación actual de nuestro país. El mal de muchos otros sería –siguiendo el refrán- consuelo de ineptos.
La categoría de nuestra clase politica pasa por momentos bajo mínimos. Y ello se refleja en hechos increíbles que están aconteciendo. Cataluña es el manido ejemplo al que es mejor dejarlo a un lado. La guinda la está poniendo Alemania y doctores tenemos en la materia para juzgarlo rectamente.
Pero a este batiburrillo de cosas se suman dos hechos que para nada contribuyen a la paz social. 
Una de las profesiones nada fáciles es la de ser suegra y, sobre todo suegra de nuera. Hay excepciones también pero la cosa es complicada. Es un problema de siempre acaso porque deja de valorarse que la suegra es la madre de uno de los cónyuges y, si estos se quieren de veras, deben respetarla, mimarla y valorarla porque la madre es lo más sagrado de una persona.
Si a ello se añade la categoría humana de la suegra, su impecable estilo de décadas y su elegancia personal, la cosa se agrava. Muchas nueras debieran saber estar y aprender a descubrir todo esto en la madre de su esposo. Una persona, la suegra, con excepcional cultura y con una capacidad de sufrimiento y aguante como pocas.
Cuando una persona se casa debe ser consciente del lugar que va a ocupar y en la familia en la que entra a formar parte. Obviar esto revela poca altura y deficiente formación para el lugar al que supuestamente el corazón la ha conducido. Siempre la esposa debiera ser ese elemento de paz, comprensión y cercanía.
Como supongo que los lectores son inteligentes permítanme que aterrice sin ser por ello un entusiasta monárquico.
Siendo objetivos y remitiéndonos a los hechos tenemos que reconocer que en la familia real española hay dos personas ejemplares. En primer lugar la reina emérita Doña Sofía. Le vino de cuna pero su formación, su postura ha revelado que se sabe muy bien su papel que ha sido en todo momento intachable sufriendo personalmente en silencio muchas cosas que todos sabemos. Su discreción ha sido siempre intachable. Y a ella se une el Rey de todos los españoles, Felipe VI. Posiblemente sea uno de los reyes españoles mejor formado. Sabe estar, es culto y muy cercano, rehúye del protagonismo y trata siempre de ser cercano en una época en la que le ha tocado lidiar asuntos nada fáciles tanto a nivel político como personal. Le han caído muchas llámese el independentismo y la quema de su imagen así como miembros de la familia que sin duda alguna le hacen sufrir como el caso Urdangarín y ahora el que está en las redes…
Y por último produce profundo descrédito o al menos perplejidad lo ocurrido en la Comunidad de Madrid con cosas increíbles en las que entran la Universidad, la supuesta falsedad documental y demás que se unen a la corrupción que pasa por los juzgados. Viendo en el banquillo a dos presidentes andaluces y al de Murcia y merodeando a la de Madrid, al margen de los que ya están en la cárcel. ¿Por qué se da más relevancia a unos que a otros? ¿Son menos graves los ERES?
Tristísimo espectáculo al que estamos asistiendo y que estemos en boca de muchos fuera de España. Noticias domésticas que se propagan y hacen que también los extranjeros nos hagan sonrojar.
 

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