Opinión

Mayoría simple... ¡Y gracias!

Tras las pasadas elecciones en Portugal la política lusa se mueve en una incertidumbre difícil de resolver. El antiguo alcalde de Lisboa, Antonio Costa, que en una discutida elección, hace un año, se hizo con el mando del socialismo portugués derrotando a su antecesor Antonio Seguro, colocó como centro de su campaña la palabra "Confiança" en busca de una mayoría absoluta, pero el pueblo le dio la espalda. Y, aunque podría gobernar, parece imposible un gobierno de PS y el Bloco pese a que suman los mismos diputados que la coalición (104) y 4 puntos más en votos (42,6% frente al 38,5%). Sólo necesitaría un apoyo del PC, algo increíble sobre todo después de que Costa en la noche electoral rechazase esa "mayoría negativa".
El gran vencedor ha sido el Bloco de Esquerda y sus líderes Catarina Martins y Mariana Mortágua. Pasó de 6 a 19 diputados y superó a los comunistas, siendo apoyados por Syriza griego y Podemos español. Los números del domingo son contundentes: PS, 85 escaños y 32,4% de los votos; Bloco de Esquerda (BE), 19 escaños y 10,2% de los votos; el PC coalición CDU con los verdes, 17 escaños y el 8,3% de los votos, y el PAN, un escaño con 1,39%. El Parlamento lo configuran 230 diputados. Un arco parlamentario dispar, distinto e irreconciliable ya que lo único que une a la izquierda es el ataque al Gobierno pidiendo algunos la salida del euro.
Visto el panorama, el gran perdedor ha sido Antonio Costa que se encuentra ahora en una situación muy difícil con voces desde su partido que piden su dimisión y la convocatoria de un congreso. Muy mal lo ha tenido que hacer cuando con una situación económica y social tan tensa, sobre todo por la Troika, se ha quedado tan lejos de la confianza y de su ansiada mayoría absoluta.
Costa ni supo ni pudo. Hace un año deshizo la unidad socialista cuando le parecieron pobres los resultados de su antecesor Antonio Seguro, que ganó por 4 puntos de ventaja a la lista de Passos Coelho y Portas, y ahora, un año después, la coalición le sacó a él 6 puntos de ventaja y pese a ello se niega a dimitir. Un adepto de Antonio Seguro le ha recordado en la noche electoral: "Costa falló en los dos objetivos que motivaron su salto a la dirección del PS: falló en conseguir la unidad del PS y falló en la conquista de una mayoría absoluta". Su actitud ha sido muy indecisa, rodeándose incluso con amistades que lejos de favorecerle le hundieron, llámese Sócrates o el mismo Mario Soares.
Passos remodelará su equipo de gobierno y seguirá en Sâo Bento, pero esta victoria con mayoría simple le va a resultar amarga aun cuando ha recibido la felicitación de Bruselas, que afirmó tajante que el pueblo portugués ha comprendido las medidas de austeridad, que han sido muy duras con una Troika implacable. Algún rotativo lisboeta señalaba que la Coalición ganó porque los portugueses "nâo querem deitar fora o esforço que lhes foi pedido".
El todavía primer ministro afirmó: "A força política mais votada está disponivel para formar governo. Sería estranho que quem ganhasse nâo pudesse governar". Pero ahora está la aprobación de los presupuestos y necesitará al menos una mano del PS. Difícil andadura la que le espera, que presagia una breve legislatura y una vuelta de los portugueses a las urnas. Pero un punto a tener en cuenta por los socialistas es que les puede costar caro si dejan caer al gobierno
El comunista Jerónimo de Sousa se ha llevado un buen disgusto cuando el Bloco le superó por primera vez, y pese a ello aboga por la unión de la izquierda tirando al gobierno y aconsejando al presidente de la República: "Sería intolerável que quisesse dar-lhes a possibilidade de conformar um governo". Así están las cosas que prometen incertidumbre y "movidas" ante las presidenciales ya cercanas.

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