Opinión

Símbolos y religiones

Desde hace siglos los seres humanos han usado todo tipo de artilugios como identificación tanto personal como de grupo. Sin entrar en la historia general basta con comparar los contemporáneos desde el siglo pasado hasta el día de hoy. Uno de los más famosos fue el pin con el suástica, la identificación de los militantes de partido nazi de Hitler que luego lo usaron específicamente los miembros del escuadrón de la muerte de la SS. 
Paralelamente, los nazis usaron la ‘estrella de David’ símbolo de judaísmo para clasificar a los ciudadanos judíos, marcando además a sus viviendas para trasladarlos eventualmente a los campos de exterminio. Este tema ya es historia. Pasemos a los lazos. Curiosamente fue el dictador Oliver Cromwell, durante la guerra civil en Inglaterra (1642/1651) contra la corona de Carlos I, a quien decapitó, que vistió a su ejército con una faja nada menos que de color amarillo y acabó con la instauración de un sistema parlamentario de gobierno. Se murió en 1659 pero en 1660 volvió la monarquía. 
Ya restaurada la democracia en Europa, después de la última guerra mundial, comenzó una ola de lazos, especialmente los de solapa, y con distintos colores que representaron esencialmente conmemoraciones por un lado e ideologías por el otro. Los más significativos son el blanco, contra la violencia de género, el azul contra ETA de, el morado sobre la igualdad entre hombres y mujeres, el rojo cuando se detectó el SIDA, el rosa de cáncer de mama, el negro después del atentado del 11/M y por último el amarillo justificando la independencia de Cataluña. El tema de símbolos es más amplio y variopinto pero los que más se imponen son los religiosos, especialmente los de las tres más poderosas del mundo. 
El islam es representado de varias maneras, pero generalmente por una media luna y una estrella con fondos de distinto color. El judaísmo con la estrella de David y forma parte de la bandera de Israel. Luego está la religión hindú con uno de los dos símbolos en forma de suástica y por último el cristianismo con una simple cruz simbolizando la crucifixión de Jesucristo. Sin embargo, la religión cristiana, que es la mayor del mundo tiene un sinfín de variantes dependiendo de que parte del mundo se practica. La mayoría son católicos, seguidos por los protestantes, anglicanos y ortodoxos para nombrar las más mayoritarias. En esta Cidade Fermosa de luces, las iglesias católicas son las más numerosas, pero también están la Iglesia Episcopal del Poderoso Salvador situado en Pi y Margal y la mormona, Jesucristo de los Santos de Los Últimos Días en la calle García Barbón. Volviendo a las distintas religiones, existe un detalle negro que es el constante conflicto bélico entre naciones además de la persecución de sus creyentes. El holocausto contra los judíos durante la II Guerra mundial fue un clásico ejemplo. Otros son los actuales horrores en el Oriente Medio entre musulmanes sunníes y chiíes pero lo peor como persecución mundial vuelve a ser los cristianos. Si dilecto/a leyente, no estamos hablando de guerras. 
Pero como persecución el peor son los más de 350 millones de cristianos perseguidos y asesinados en países tan dispares como Nigeria y Pakistán sin olvidarnos de Corea del Norte. Volviendo a Europa, el último censo de cristianos era alrededor del 75% de la población con 48% siendo católicos. Sin embargo, la pregunta clave es: ¿Está en decadencia el cristianismo europeo? Solo hay que ver la política actual de España donde ha florecido el odio hacia el simple símbolo de todos los cristianos. ¡La  amenaza de abolición de la Cruz por un sector de la politica!

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