Opinión

Prostitutas buenas

No se asusten! No me refiero a las representantes reales de este oficio milenario, ni tampoco tiene que ver con movimientos feministas y menos denigrar la tragedia que sigue siendo la prostitución. Me dirijo más bien al mundo ficticio del cine. El año pasado celebraron un cuarto siglo de conmemoración una de las películas más taquilleras y románticas del arte del celuloide llamado irónicamente ‘Pretty Woman’, la historia de la conversión de una ‘señorita de la noche’ en una princesa rescatada del mal por un príncipe millonario de Wall Street. 
Julia Roberts encarna el papel de una hermosa mujer de la calle llamada Vivian que por casualidad se topa con un despistado Richard Geere llamado Edward que solo busca la dirección al lujoso hotel en donde tiene su suite presidencial como residencia. Sin entrar en más detalles del guión cabe resumir que Vivian es contratada por Edward como acompañante en sus viajes de negocio y como cualquier cuento de hadas se enamoran y viven felices comiendo perdices. Pero esta no fue la única película sobre una prostituta con el corazón de oro y la bondad de una santa. 
Curiosamente en el mismo año se conmemoran los cincuenta y cinco de otra película similar llamada ‘Nunca en Domingo’ con un guion totalmente distinto pero buscando siempre el amor y la felicidad. Ilya, protagonizada por la encantadora Melina Mercouri es una prostituta alegre en el puerto de Pireo, Grecia. Todos los domingos, su día libre, invita a sus clientes del pueblo a comer en su casa. Un día aparece Homer Thrace (Jules Dassin) un americano experto en filosofía griega en busca de la ‘verdad’  desaparecida desde los tiempos de Platón, Sócrates y Aristóteles. Conoce a Ilyia y ve en ella ese símbolo de decadencia. La convence del error de su forma de vida y a cambio le ofrece enseñarle lo que es el arte y la filosofía del mundo. Ella accede. Sin embargo se entera de que Homer contrato con el ‘chulo’ que pague los estudios a cambio de acabar con la independiente de Iliya. La película está llena de humor y música griega con un dialogo entremezclado de inglés y griego con subtítulos. Al final, Iliaya manda a Homer a la porra y el confiesa de que en realidad quería acostarse con ella desde un principio. 
En la vida real, Melina Mercouri se casó con Jules Dussen y luego siguió una carrera política hasta llegar a ser Ministra de Cultura en Grecia. La última película de esta trilogía de ‘Prostitutas Buenas’ ya entra en lo sórdido y la tristeza de las mujeres que ejercen esta profesión. ‘Las noches de Cabiria’, dirigida por el excéntrico director italiano Federico Fellini con su mujer Guiletta Massini como la principal protagonista se estrenó en Mayo 1957 y ganó el Oscar a mejor película extranjera. Cuenta la historia de una dicharachera y alegre prostituta que vive con su novio Giorgio (Franco Frabrizi) hasta que un día caminado en la ciudad éste la echa al río y le roba la cartera. Casi se ahoga pero es rescatada por un grupo de jóvenes. A partir de ahí sigue un camino de una desgracia y engaño tras otra. Un día conoce a Oscar (François Perier) después de un acto de magia en un teatro en donde Cabiria es hipnotizada. Al despertar, el público le hace burla. Después de semanas se enamora y Oscar le promete matrimonio pero resulta que es otro que quiere aprovecharse de su dinero. El final es lo opuesto a ‘Pretty Woman’ pero el personaje sigue siendo similar. Un mujer de la calle en busca de la felicidad.

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