Opinión

Personajes revolucionarios de la historia británica

Mañana será un día histórico para España y Galicia. Podría cambiar el rumbo radicalmente de este país. Como ya han fluido en los medios de comunicación ríos de tinta sobran palabras de un ciudadano extranjero que no tiene ni voz ni voto en el asunto, un mero espectador paganini. Pero otro acontecimiento, quizás de mayor envergadura es el Brexit que tendrá aún más impacto, no cabe duda, sea cual sea el resultado de las elecciones. Es de sobrada noticia la decisión hace 3 meses del pueblo británico de cerrar la puerta a la Unión y ver y leer como siguen las especulaciones de cómo se moldeará el continente europeo ante un acontecimiento tan brutal como Brexit. Por eso he decido volver a la historia y seleccionar lo que considero un trío dinámico que tienen una similitud que fue poner patas arriba al país por ser elementos anti-sistema en las épocas correspondientes.
 Volvamos al principio del siglo XVII con el personaje de Guy Fawkes. Era miembro de un grupo de revolucionarios católicos que decidieron acabar con las persecuciones religiosas del Rey Jacobo I y lejos de las costumbres supuestamente pacificas de nuestro entorno democrático de recoger firmas u organizar demostraciones públicas, Mr. Fawkes planeó una conspiración de hacer volar por el aire al Palacio de Westminster – donde está el reloj de Big Ben – con explosivos justo debajo de la Cámara de los Lores cuando estos estaba reunidos con su majestad. Menos mal que fue descubierto, arrestado y ejecutado antes de cometer su fechoría. Sin embargo ha pasado a la historia porque todas las noches del 5 de Noviembre se festeja con una hoguera similar a los de San Juan. Mi segundo personaje y en el mismo siglo fue otro revolucionario que también quiso acabar con el poder de la monarquía, en este caso el del Rey Carlos I pero por razones muy distintas. Durante 40 años Oliver Cromwell era un terrateniente de clase media hasta que ascendió de forma meteórica a comandar un nuevo ejército con el curioso nombre de Modelo. Con este poder militar impuso un liderazgo político de tal fuerza brutal que se proclamó a finales del año 1653 como protector de Inglaterra, Escocia e Irlanda. Acabó con la monarquía ejecutando el Rey y estableció el poder en el parlamento británico. Contrario al católico Fawkes era un fanático cristiano protestante y aunque conquistó brutalmente a Escocia e Irlanda defendió la equidad en la justicia y la libertad de culto. En otras palabras hasta el día de su muerte en 1658 fue un dictador. En los estudios históricos de este personaje hay contradicciones. 
Los admiradores lo citan como un líder fuerte y estabilizador que ganó respeto internacional al derrotar la tiranía, fomentar la república y la libertad. Los contrarios lo consideraron un hipócrita, de valores puritanos y con escaso respeto a las traciciones del  país. Al volver los monárquicos desenterraron su cadáver y lo descuartizaron. Por último volvamos al actual siglo XXI y os presento al Sr. Nigel Farage, presidente del Partido Independista del Reino Unido y arquitecto del Brexit. Ya puse un granito de arena sobre este individuo en otro artículo en este periódico. Suficiente con añadir que, al igual que los anteriores personajes es un revolucionario que quiso cambiar el ‘sistema’ y lo consiguió. Fawkes fue insignificante porque fracasó. Cromwell tuvo éxito porque gobernó durante 5 años. ¿Y Farage? Un personaje oscuro, hueco que ahora se dedica a sus pintas de cerveza y discursos populistas. Ya no pinta nada y ha pasado el cambalache al gobierno de su Majestad; la Sra Theresa May.

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