Opinión

No sabemos nada

Vivimos en un mundo con increíbles sistemas de comunicación y una plétora de acceso a las mismas sin embargo, en realidad no nos enteramos de nada. Salvo nuestro entorno local y algo de lo que pasa en el país el resto es a gusto de consumidor si es que queramos saber un poco. Y no me refiero solo a España o Europa, sino a la mayoría de los ciudadanos del mundo. Decía un filósofo del siglo pasado que el porcentaje de interés por los acontecimientos a nuestro alrededor disminuye cada 100 millas dividido por el cuadrado de la distancia. Observen. Tomemos como el punto de partida a los medios de comunicación. Si es prensa local, la mitad es sobre la ciudad seguido por varias páginas sobre la autonomía, un poco sobre el país, la economía, las opiniones y el deporte. Este último es casi todo futbol. Pero si tratamos de leer lo que pasa en el mundo. ¡Madre mía; una sola página! Ni siquiera se divide el sector en la Unión Europea y el resto. Periódicos nacionales y las televisiones, más de lo mismo. 
Si ahora nos concentramos meramente en la política, sin ánimo de comentar sobre el contenido, y tomando en cuenta que el país está sufriendo de una especie de parálisis gubernamental, ¿Qué es lo que vemos y leemos? Un verdadero puchero de información que para descifrarlo hay que estar 24 horas con una lupa para enterarnos de la verdad. Lo veo como un partido de fútbol, pero en vez de veintidós jugadores, un campo y dos porterías es como si el campo es diez veces más grande, cientos de jugadores dándole a varios balones con porterías invisibles. ¿Alguien sabe verdaderamente que es lo que está ocurriendo? Si pasamos al sector de Europa y hacemos una encuesta con esta simplemente pregunta: ¿Sabe usted cual es el partido político y el nombre del presidente de los 28 países de la Unión? Puede que sepamos los de Portugal, Francia, Alemania y el Reino Unido para dar ejemplos porque unos son vecinos, otros influyen en nuestra economía y por último el gran follón que han montado los británicos con el Brexit es como un culebrón. El resto casi no existe. 
Pero no nos preocupemos porque en todo el mundo cuecen habas y quizás los españoles están un poco más enterados. Trabajé muchos años en USA en tres ciudades distintas, Washington, Kansas y San Francisco. El prestigioso Washington Post, especialmente el domingo tenía toda clase de información incluida lo internacional. Pero era el periódico de la capital. Mientras que el San Francisco Chronicle,y el Kansas City Star eran similares a otros periódicos locales del mundo. Parroquiales pero poco más. 
Volvamos al tema antes mencionado que puede cambiar el rumbo de este país. Naturalmente el primero es el desmadre político pero el segundo es el Brexit que repercute en Europa y salpica a España. Tres meses después del voto los británicos comienzan a enterarse del lío que han armado. ¡Durante el referéndum, cero patatero! Lo curioso es que tenemos a nuestra disposición, el Internet, Wikipedia, aunque no siempre verídico, incluso el fenómeno de las redes sociales, Facebook, Twitter, WhatsApp y varios otros que no conozco, todo lo que necesita el ser humano para enterarse. Sin embargo seguimos en la oscuridad de la verdad y lo que es más llamativo es que, salvo los titulares, no nos enterarnos de lo que ocurre por la simple razón de que hay tanta información que no hay tiempo para digerirlo. Vuelvo a la teoría matemática. ¡No sabemos nada! El mundo no ha cambiado.

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